Nuestros
pies soportan todo nuestro peso. Además, después de llevar zapatos, a veces
incómodos, todo el día, es posible que se hinchen y nos duelan. Aquí os
proponemos un par de trucos para aliviar el dolor y favorecer la circulación de
la sangre.
Lo
primero es poner en cuanto sea posible las piernas en alto, por encima del
nivel de las caderas. Ayudamos así al retorno venoso y aliviamos la tensión que
se acumula en toda una jornada.
Y
cuando tenemos más tiempo, porque no intentar un baño relajante para los pies?
En agua hirviendo, pon 4 bolsitas de té verde y añade unas gotas de aceite
esencial de menta, que podrás encontrar en cualquier herbolario.
Espera
unos minutos a que el agua esté tibia y disfruta de un baño relajante de unos
15 minutos, que te liberará por completo de la sensación de pesadez en las
piernas!